Cata en casa: ¿cómo reconocer un buen vino?

¿Por qué el precio no siempre indica calidad?

Como hemos mencionado anteriormente, es imposible determinar por completo la calidad de un vino basándose únicamente en el precio que hay que pagar por una botella. Hay muchos factores que influyen en el precio, como el productor, el origen (historia, proceso de producción, etc.) o los intermediarios. Lo único que puede justificar un precio elevado en relación con la calidad son las indicaciones especiales en la etiqueta. Por ejemplo, si miramos una botella de vino de Francia y en la etiqueta pone "Appellation d'Origine Contrôlée", podemos estar seguros de que la bebida vale su precio. La denominación indica que el vino ha superado una serie de pruebas de calidad extremadamente rigurosas y costosas. Muy pocos vinos obtienen el título de AOC, por lo que podemos estar seguros de que se trata de un vino excelente.

¿Qué sabor caracteriza a un buen vino tinto semiseco, por ejemplo?

A veces no basta con mirar una botella para determinar la calidad de un vino. La mejor manera de discernir realmente si un vino es bueno es probándolo. Lo primero que hay que buscar es la intensidad de los sabores. Un buen vino tinto semiseco debe tener un sabor pronunciado desde el primer sorbo. Debe ser fácilmente perceptible y permanecer en la boca durante un tiempo. Los vinos aguados tendrán naturalmente menos sabor que los licores de buena calidad. El tiempo que el sabor permanece en la boca es también un indicador de la calidad del vino: cuanto más tiempo, mejor.

¿Qué más distingue a una bebida excelente?

El bouquet de un vino debe ser complejo. Esto significa que no debe tener un sabor plano y unidimensional. Los vinos de buena calidad tienen muchas "capas". Siempre hay algo intangible en ellos que hace que cada sorbo sea diferente del anterior. La complejidad va de la mano del equilibrio. Los componentes de un vino deben complementarse entre sí. Si uno de ellos domina, es señal de un vino no muy bueno.

El aroma también es importante. ¿Qué es lo que olemos cuando olfateamos un vino tinto semiseco? ¿Grandes notas afrutadas, como las grosellas o el pomelo? ¿Un aroma a roble, sutil y subyacente a todos los demás olores? ¿O hay un aroma apenas perceptible que recuerda a una mezcla aleatoria de diferentes líquidos? Los buenos vinos tienen un aroma fuerte pero agradable. Sólo con este olor se puede determinar el sabor del vino. Al igual que los sabores, los aromas también deben estar presentes en el bouquet.

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